No tengo miedo a que te vayas, te tenía miedo a ti y perder a mi pareja.

Mi miedo fue razonable, no tratado y luego incontrolable, pues emocionalmente no estaba en control, bueno no estoy... Pero no tengo miedo a que te vayas porque el amor no es dependencia, o sea, sí duele, porque es normal, pero no soy dependiente de ti, soy dependiente de mí... Y es exactamente lo que ahora haces para vivir, sin culpas, solo responsabilidades... Afrontó esto porque solo existe esta situación... De hecho eso ya lo hacía antes, solo que con enfoque erróneo, lo pensaba, pero por miedo no te lo dije, si lo hubiera dicho quizá hubieras entendido y ayudado, no estaba serio o jetón contigo, estaba conmigo pensando como llegar a eso de no ser dependiente de ti, no por un mal rollo, sino para que tú pudieras ser más libre de tu preocupación por mi, y como dije para tener tu admiración, admiración no como algo enfermo, sino como algo que haría que me valoras más, porque esperaba que me valoras aunque ya lo hacías, quería más.

Trabajaba en no necesitarte para liberarte de los problemas de la relación, no supe ni pude explicarlo, ahora me siento culpable, pero no soy culpable de todo... Aún sin ti sigo trabajando me cuesta mucho pero no tengo otra opción, herí tu sensibilidad y también la mía fue herida... Pero insisto como iba saber de tu problema y el mío, no lo justifico pero yo no soy psicólogo y vengo de un mundo donde para sobrevivir debí desechar el sentido común. El blanquearse emocionalmente no era la solución, lo logre, pero no era la solución, no podía saber eso, porque nunca me había blanqueado, no lo recomiendo.