martes, 24 de agosto de 2021

El romance tuyo, mi ser sexual

Sabes Tany, me hubieras arrancado antes el miedo, no debiste esconderte tras tu otro yo, y yo debí ser más caliente... Ve dónde estamos, tu odiándome y yo negándome a odiarte.


La verdad es que te amo, puedes decirte todas las veces que quieras que no es cierto, pero no has vivido dentro de mi como yo lo hago, yo lo sé porque cargo con los mismo huesos que te envolvieron, en mi, corre la misma sangre que estuvo en tu vientre... Son las misma manos que mapearon tu cuerpo y miro con los mismos ojos que entre cada vez miraban tus senos mecerse en la cama.

No me puedo tocar porque todo te pertenece, no me dejan usarlo sin que tu estés, el dolor es físico tres horas más tarde... No hay dolor espiritual y... ¿Cómo puede ser eso?

Estoy en dónde nos encontramos, dónde nos vimos, dónde nos amamos, dónde solo tu puedes buscarme, he venido por ti y para ti y no estás, dame un recuerdo tuyo nuevo, por qué los viejos no paran de venir, uno nuevo por favor, un alivio y un descanso.

Necesito tus manos, y tú cintura, tomarlas con estás manos que te reconocen, mirar tu rostro en las alturas y después acomodado frente a mi, ver tu cabello volar y tomarlo para mí, mientras te meces y resuena el cielo como un reloj de amor humano, de amor y de lujuria.


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